Las lenguas de signos se articulan con la parte superior del cuerpo en el espacio frontal situado en torno al mismo, aproximadamente hasta donde alcanzan los brazos semiextendidos. Este espacio lo denominamos espacio sígnico.
De todos modos, las lenguas de signos no sólo se articulan con las manos sino que existen otros articuladores como la cara, la cabeza y la parte superior del tronco.