Todos los verbos tienen una forma básica o neutra, como por ejemplo, "pensar", "ayudar".
Algunos verbos pueden cambiar su forma para indicar el sujeto y el objeto de la oración. Por ejemplo, en un verbo como "pensar", la forma del verbo no se modifica según quién sea el sujeto ni según cuál sea el objeto de la misma.
"Yo pienso en el futuro."
"Él no piensa en el futuro."