Dentro de los verbos direccionales hay algunos que tienen una forma más compleja porque su forma básica está anclada en algún punto del cuerpo.
"¿Te puedo preguntar una cosa?"
"¿Se lo has preguntado ya?"
Observa en este ejemplo que tanto la forma básica como la forma concordada parten de la barbilla del signante. A diferencia del caso normal de un verbo de concordancia, el hecho de que la trayectoria parta del signante no significa que éste sea el sujeto. En realidad, en el segundo ejemplo, el sujeto es la segunda persona y el objeto es la tercera persona.